25.10.06

Imagen de Chile en el exterior

El impulso exportador que ha implementado el país en las últimas décadas, ha tenido, de pronto, algunos altibajos en algunos productos, conforme se han ido saturando los mercados mundiales de commodities. Para seguir abriendo posibilidades a las mercancías chilenas, se ha visto la necesidad de mejorar la Visión de Chile desde el extranjero, de manera que el consumidor elija nuestros productos, como ocurre con otros países, por el sólo hecho de tener una percepción positiva del país.

Es así como se han desarrollado campañas como Sabores de Chile, donde se ha buscado promocionar en mercados internacionales, la fruta, el vino, el salmón, otros productos del mar, etc. Sin embargo, no ha sido sencillo penetrar en el consumidor extranjero con una imagen positiva. Habría que preguntarse, qué es lo que hace que Chile no sea evaluado positivamente para conseguir una mayor adhesión del consumidor.

Un alto personero de una organización de exportadores señalaba recientemente que la imagen de Chile en el exterior no era buena, pero tampoco mala, sino anodina. Según su punto de vista, esto no era tan malo ya que no existía un rechazo, entonces podríamos aprovechar para sumar aspectos positivos, haciendo un buen trabajo, de manera de volcar este escenario a una situación favorable.

Sin embargo, botando me quedó esa palabra usada para referirse a nuestra cultura. Anodina. Por qué nuestra imagen será anodina, me preguntaba. Pero sólo demoré en contestarme unos pocos días. Cuando nuestro país, debía emitir su sufragio respecto del nuevo miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, sólo abstuvo. Es decir, no opinamos. Tenemos voto, pero no voz.

¿Será bueno para nuestra imagen internacional que no planteemos nuestra posición respecto a temas de debate mundial? ¿Cual es el temor?
¿Por qué siempre nos declaramos neutrales en conflictos internacionales, pero de facto, resultamos inclinandonos por uno de los bandos por debajo de la mesa, como ocurrió en la Segunda Guerra y en Las Malvinas?
¿Será que esa tibieza histórica nos juegue en contra en aspectos de imagen?

Seguramente hay muchas razones más, pero son éstas las que se me vienen rápidamente a la cabeza. Bastante me gustaría opiniones que amplien el escenario para resolver mi duda.