26.9.07

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Treintaydos patas se posaron hoy sobre la carpeta marrón que esconde el piso de mi apartamento. Me sostienen ahora a unos doscientos centímetros del cielo cada vez que me dejo inclinar hacia atrás, en un desplazamiento progresivo de mi peso hacia los muslos hasta que logro el contacto anca-reposadero. Con tanto dispositivo puedo ahora trasladarme y sentir así estar en distintos lugares. Desde aquí puedo ver a uno de esos monstruos rodantes pasar sobre la avenida y de acá observar como esa nube borra las llamaradas del astro mayor. A este otro lado puedo enumerar, de entre la pila, cada una de las prendas blancas desvestidas que esperan un giro en la máquina de moler ropa con que cuenta mi complejo. De aquel lado hay una pegatina en la que no había reparado, for your safety read before lightning, pero ya me habría quemado antes, meu deus, tanta paranoia. Así voy disfrutando de los adentros y afueras que tiene mi nuevo abrigadero. Atrás quedó mi escritorio todo de loza y mis comidas acodadas al mesón de la cocina en las que variaba con alguna que otra ronda entre bocados. Sí que este se parece más a un lugar para vivir.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

www.huggylandia.blogspot.com

Los cambios son productivos, suerte con eso !

y con respecto a mi ultimo post... antes q nada gracias x el comment. Debo decirte que escondo mi imagen y nombre solo porque nose si debo orgullecerme o avergonzarme de lo que escribo a veces...y sobre quien escribo...
beso see u

gatagaes dijo...

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pasaba a dejar un saludito